25 de agosto de 2008

Ser papá


Con esta entrada de hoy se inicia una serie de posts que tienen la intención de ser algo así como un “curso de papás”. Bueno, lo llamamos curso, pero realmente no es más que hablar de muchas cosas relacionadas con los bebés desde el punto de vista de un papá que se esfuerza en hacerlo bien.

Como reza el dicho, "consejos vendo que para mi no tengo", de modo que sois muy libres de considerar o no esto que escriba...

Evidentemente, como Goya dijo antes de morir, sigo aprendiendo.

Cuando ya conoces todas varias respuestas con respecto a tu hija, ésta crece, cambia y se formulan nuevas preguntas que te obligan a conocer ese “nueva” hija, que ha sufrido un cambio y que te hace cambiar a ti también.

De este proceso de aprendizaje, quedará la experiencia de los años vividos con el hijo, de algunos libros leídos, de los que se esté leyendo y no se hayan acabado, de todas la dudas que nos asaltaron, de la buena voluntad para resolver entuertos y un sinfin inagotable de vivencias.

Introducción al “Ser papá”.

Los hombres no somos muy amigos de los manuales de instrucciones. Ni siquiera de los mapas (si no es que van en un GPS), por eso sólo preguntamos “por donde se va a Roma” cuando agachamos la cabeza porque sí, estamos en medio de un bosque en Francia cuando ya deberíamos estar en Italia y eso que todos los caminos llevan a Roma.

Siempre que llega una novedad a casa intentamos hacerlo, como se dice comúnmente, a la española. Primero lo miramos, lo probamos, tocamos los botones, los mecanismos, intentamos montarlo sólo, sin instrucciones, y sólo cuando hemos roto algo (confieso, he roto alguna cosa nueva…) o de verdad nos hemos dado por vencidos decimos: “bueno, a ver, ¡qué pone ahí!”.

Es nuestro orgullo de hombre, es ese mensaje que nos han inculcado desde pequeñitos de: “los hombres lo saben hacer todo”, “papá lo arregla todo”, “los hombres no lloran”, “eres el hombre de la familia” y cosas de ese estilo tipo macho alfa que nos hacen pensar que sí, que tenemos que saber hacerlo todo y que mostrar ignorancia en un tema, sea el que sea, es signo de debilidad.

Pues bien. Nada más lejos de la realidad. Ahora vas a tener un bebé o tenemos ya un bebé y, seamos sinceros, no tenemos mucha idea de qué va eso de tener a una personita pequeña que va a vivir contigo, que hay que alimentar, lavar, limpiar, enseñar, educar, ayudar, amar y… bueno, muchas cosas para empezar, ¿no?

No asustarse, poco a poco.

Lo importante es ir pillando algunas ideas y, aunque ya haya nacido, quizá haya alguna cosa que pueda serte útil en tu labor de padre.

En unos días empezamos…

0 comentarios a esta entrada:

Publicar un comentario

Mi blog se alimenta de tus comentarios