Antes de quedar embarazada y durante las primeras semanas de gestación es fundamental ingerir una dosis diaria de ácido fólico. Es una vitamina del complejo B, que previene los defectos de nacimiento en el cerebro y la médula espinal.
Es muy importante tomarla a tiempo debido a que la formación del tubo neural comienza antes de que la mujer sepa que está embarazada.
Los defectos congénitos del tubo neural más comunes son la espina bífida y la anencefalia. La espina bífida ocurre cuando la parte inferior del tubo neural no cierra adecuadamente. Como consecuencia, la espina dorsal y la columna vertebral no se desarrollan correctamente.
El 80 por ciento de los niños nacidos con espina bífida logran sobrevivir a pesar de sufrir grados diferentes de incapacidad. La anencefalia es una condición mortal en la que el extremo superior del tubo neural no cierra adecuadamente. En estos casos el cerebro nunca se desarrolla completamente o simplemente no existe, por lo que el embarazo acaba en aborto o el bebé muere poco después del parto.Esta vitamina reduce el riesgo, pero a parte de la falta de ácido fólico puede haber otras causas por las que un bebé nazca con defectos congénitos del tubo neural.
Puede encontrarse ácido fólico en algunos alimentos como por ejemplo los cereales, las frutas o las legumbres, pero no todos contienen la dosis suficiente.
Por eso, si planeas un embarazo, visita a tu ginecólogo quien te recetará la dosis necesaria.
Además está comprobado que el ácido fólico previene el riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y algunos tipos de cáncer en la madre.
El esfuerzo de tomar una pastilla diaria es mínimo comparable con el beneficio que puede reportar a tu hijo.
0 comentarios a esta entrada:
Publicar un comentario
Mi blog se alimenta de tus comentarios