Las hienas también tienen cachorros

Cuando el instinto maternal devuelve la libertad a una dirigente etarra.

Éste es el tipo de noticias que a uno le gustaría no tener qué leer nunca.
¿Pero es que estamos perdiendo el norte?
Lo de la puesta en libertad no me preocupa tanto como que esta miserable terrorista pretenda perpetuar su linaje de odio y sociopatía.

En ocasiones, los hijos expían los pecados de los padres.

El reloj biológico de Elena Beloki, condenada a 13 años de cárcel por integración en organización terrorista en calidad de dirigente, se despertó entre las cuatro paredes de la celda que ocupaba desde el pasado 19 de diciembre.

Tanto deseaba tener un hijo de su pareja, Juan María Olano, el máximo responsable de Gestoras pro Amnistía, que la dirigente etarra solicitó a la Audiencia Nacional su puesta en libertad para someterse a un tratamiento de fecundación in vitro.
(Espero que se lo costee de su bolsillo, por que ya sería para nota que lo pagaramos todos)

El pasado 4 de junio, la Sala, integrada por los magistrados Félix Alonso Guevara, Guillermo Ruiz Polanco y Mª de los Ángeles Barreiro Avellaneda, recibía la 'dulce' petición de la etarra: quería la libertad para a sus 47 años tener descendencia. Quince días después el tribunal le concedía su deseo.
¡ Tócate las narices Federico !

Los magistrados acordaron de esta forma modificar la situación de prisión provisional incondicional por la de prisión eludible mediante el pago de una fianza de 6.000 euros con la obligación de presentarse en el juzgado más próximo a su domicilio cada 15 días.

En el auto, la Audiencia Nacional, la misma que la condenó en diciembre pasado, fundamenta su decisión en un informe facultativo que apelaba tanto a la "disponibilidad clínica" de Beloki durante el tratamiento de fecundación como a la necesidad de que pudiera reunir "unas condiciones psicológicas adecuadas", entre las que "no se encuentra" la situación de privación de libertad.

Así, el 1 de julio, la responsable del considerado 'Ministerio de Asuntos Exteriores de ETA', la organización Xaki, recuperaba su libertad para someterse a un tratamiento de fertilidad en un hospital de Vizcaya.

Mientras, el que será supuestamente el padre de la futura criatura se encuentra en libertad bajo fianza de 30.000 euros acusado de un delito de inducción al terrorismo callejero, y a la espera de la sentencia del caso Gestoras, en el que el fiscal reclama para él otros 13 años como dirigente de la banda.

La decisión de la Audiencia Nacional cayó como un chorro de agua fría entre las víctimas de la banda terrorista. La asociación de víctimas del terrorismo Dignidad y Justicia (DyJ) y el Foro de Ermua han calificado la puesta en libertad de "ilógico", ya que el motivo esgrimido por la etarra "fue rechazado en casos similares" analizados anteriormente por este tribunal.