18 de agosto de 2008

¿Cómo aguantan sin desfallecer?


Los admiradores de los corredores de larga distancia se preguntan más de una vez cómo hacen los atletas para llegar a la meta sin antes ser abatidos por la fatiga.

La primera respuesta que viene rápido a la cabeza: con entrenamiento constante y un gran esfuerzo por parte de su cuerpo. Pero un grupo de investigadores ha revelado algunos de los secretos que permiten a los corredores llegar a la meta.

Al parecer, el ritmo cardíaco se incrementa en el corredor de manera muy controlada y en proporción a la distancia recorrida, lo cual es positivo porque no pone en riesgo de muerte a los atletas.

Es decir, los corredores pueden administrar la carga que se incrementa sobre su cuerpo en cada entrenamiento, y esto, permite reevaluar constantemente los niveles de fatiga.

Los atletas negocian permanentemente con su propio cuerpo, evaluando así, cuan fatigados se sienten. Entonces, su cuerpo ajusta involuntariamente el ritmo del esfuerzo que están realizando para asegurarse que la fatiga no socave su carrera e impida llegar a la meta.

Los especialistas en el tema aseguran que no podemos abusar de los músculos, sino que el hacer algo repetitivamente permite al organismo optimizar su funcionamiento para evitar lesiones.

Concluyendo, los músculos son regulados inconscientemente por el cerebro, que previamente fue aprendiendo la duración de cada evento y cómo optimizar sus recursos para que el corredor de larga distancia pueda llegar a la meta sin fatigarse ni lesionarse antes de tiempo.

Finalmente, nuestra respuesta tiene gran parte en el funcionamiento del sabio cuerpo de los corredores, pues sin un adecuado entrenamiento, descanso y alimentación, el cerebro no sabría cómo actuar ante un evento de grandes magnitudes, como son las carreras de larga distancia.

Como dice el estudio, debemos “enseñarle” a nuestro organismo cuánto deberá soportar y cómo manejarse para prevenir consecuencias indeseadas.

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