El pasado 9 de diciembre el Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad la propuesta de CIU de acelerar al máximo los trámites para que el permiso actual de paternidad en caso de nacimiento, adopción o acogida, de 13 días, sea ampliado a cuatro semanas.
La portavoz de Igualdad de CIU, Mercé Pigem, dijo al respecto: “Se trata de dar un nuevo impulso a las familias y la implicación de los hombres en el cuidado de los hijos”.
El actual permiso de paternidad existe desde marzo de 2007, implantado por el PSOE a través de la Ley de Igualdad.
La ampliación a cuatro semanas figura como objetivo de legislatura en el programa electoral y por lo tanto es un hecho que tarde o temprano llegará.
Con esta votación se intenta que esta medida llegue antes, ya que todos los portavoces coincidieron en algo: 13 días es un plazo harto insuficiente para que “los padres se involucren en la corresponsabilidad del cuidado de hijos e hijas”.
13 días es un plazo ridículo para que un padre se involucre, estamos de acuerdo.
Pero 16 semanas o 3 meses y medio, o como se quiera cuantificar, es un plazo todavía más ridículo e insuficiente para que una madre pueda cuidar y alimentar a su hijo como se recomienda desde los organismos oficiales de salud y como un bebé se merece y necesita.
A ver si los señores legisladores se acuerdan de que, en un tiempo no tan lejano, también tuvieron madre...
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