¡ Toma castaña !

Señal inequívoca de que el crudo invierno ya nos visita.

Las calles dejan ver a las castañeras y el calorcito de sus puestos es un reclamo para que los que nos paseamos recalemos en ellos.


Qué truco más sabio el de los abuelos que se metían en los bolsillos el cucurucho de castañas calentitas para calentarse las manos...


Las castañas también se pueden comer crudas.

Aunque esta práctica puede llevar a estados de ansiedad y niveles de estrés demasiado elevados, resultando en el lanzamiento de la castaña contra el suelo y en una transformación estilo Mr. Hyde - Dr. Jeckyl en la que uno acaba jurando en arameo.

¿Acaso alguno de vosotros ha conseguido alguna vez pelar una castaña cruda?

Para todos esos desesperados tengo el truco del almendruco:
Una taza de café grande llena de agua.
Introducir la castaña sin la cáscara gorda (que es muy fácil de quitar), pero si con la fina (la que tanta guerra da al pelarla en crudo).
Al microondas 30 segundos y, voilá.

¡Sale el pellejillo a la primera!
Por fin podréis comer castañas crudas sin tener que tomar después trankimazines...

(Y el día de Navidad, ¡ la tradicional receta de garbanzos con castañas de la yaya Maribel !)