21 de enero de 2009

Visita cultural

Con un poco de retraso (¡qué ardua tarea la de blogmaster...!), os hago parte de nuestro plan del pasado domingo.

Los Papis celebraron su 18, disfrutando de la invitación que fue mi regalo de Reyes:

Vale por un desayuno digno del mismo Gargantúa.

(Os doy fe de que dieron buena cuenta de él).

y después del opíparo desayuno-almuerzo-vermú, un poquito de cultura, que no todo va a ser gastronomía...

Visitamos el Palacio de los Condes de Sástago.



En él se acoge una exposición de Honoré Daumier, caricaturista francés del siglo XIX.


Aquí tenéis algunos ejemplos de su prolija obra.

(A Mami le gustó especialmente la serie dedicada a las Costumbres francesas)



Si queréis saber más sobre él, podéis hacer click en Leer más...


Hojead su obra y veréis desfilar antes vuestros ojos, en su realidad fantástica y soprendente, todo lo que una gran ciudad de monstruosidades vivas contiene. Todos los tesoros espantosos, grotescos, siniestros y bufones que esconde, Daumier los conoce
Charles Pierre Baudelaire

Honoré Daumier nació en Marsella en 1808 y murió en Valmondois en 1879; dedicó toda su vida a desenmascarar a los mentirosos, a los hipócritas, a los picapleitos y a los políticastros. Y les aplicó una sátira salvaje que ha acabado por cobrar furiosa vigencia.

Considerado por algunos como un artista equiparable a Goya, Rembrandt o Rubens, es para todos una de las máximas figuras del realismo francés, así como un pionero en el uso de las viñetas de prensa como arma para hacer tambalearse al poder.

Con más de 4.000 estampas litográficas realizadas, su trabajo se publicó en semanarios y diarios franceses entre 1831 y 1871.

Daumier dio toda su vida pruebas de un compromiso republicano innegable y , por el papel que desempeño como defensor de la libertad de expresión, seguirá siendo un artista emblemático. Su causa fue también la defensa de los humildes frente a los poderosos.

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