11 de junio de 2009

¿Aún te las compra Mamá?

¿Cuántos de vosotros no habréis esperimentado esta vivencia?

Calzados Kaymo
Calzados Muro
Calzados Callizo

Un nené y su mamá.

La mamá pide al nene que se ponga de pie con los zapatos nuevos y mete el dedo índice entre el contrafuerte y el tendoncito.

La mamá pide al nene que se ponga de pie con los zapatos nuevos y presiona con el pulgar la puntera para ver cuánto sobra.

Muy bien, nos llevamos éstos.



Un aspecto importante a la hora de elegir calzado es la talla.

Normalmente no se le da importancia pero unas zapatillas demasiado pequeñas o de un número mayor pueden perjudicar.
Ampollas, rozaduras o pequeños esguinces pueden ser la consecuencia de una mala elección de talla.

El primer consejo, que creo que a todos os enseñaron, es levantar el dedo gordo del pie una vez calzada la zapatilla, pero no sólo calzada, sino también abrochada. Hecho esto, el dedo no debe estar justo en la punta ni debe sobrar mucho. Entre el dedo gordo del pie y la punta de la zapatilla debe de caber la punta del dedo meñique de la mano.

Hay deportes como en el senderismo donde se recomienda llevar el calzado bien ajustado para evitar rozaduras (la tita Laura os puede dar fé), y otros como la carrera donde es aconsejable tener un poco de margen para que el pie pueda hacer la acción correctamente.

Ante todo, y como cada uno sois de vuestro padre y nuestra madre, tenéis que sentiros cómodos.
No sólo os probéis la zapatilla sentados, poneos de pie y andad un poco para ver qué tal se adapta.

Ala, ¡ ya podéis ir a comprar zapatillas solitos !

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