Ese era el grito de guerra que papi repetía como un mantra desde pequeñito.
Con puntualidad prusiana, todos los días a las 07:00.
De tal palo, tal astilla.
A las pruebas me remito.
Comenzamos fuerte, con un 72% y pepitas.
Por cierto Anita, la caja que nos regalaste atesora los manjares más exquisitos.
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