Los petetes de un mini, además de ser una de las partes que más gustan a los mayores, son muy importantes para su correcto desarrollo y crecimiento.
¿Por qué ese aspecto rechonchete que tienen, os preguntaréis?
Es debido a que hasta los dos años no se forma el arco plantar y la región está rellena de tejido graso.
Cuando los minis empezamos a caminar se empiezan a ejercitar los músculos que ayudan a formar el arco.
Mientras tanto, hasta que llegue el momento del despegue bípedo, los mayores podéis estimular nuestros pinreles a través de algunas técnicas.
Por medio de un trabajo de estimulación motriz y sensorial podéis brindarnos más medios para favorecer el gateo y luego el andar, además de contribuir a que empecemos a tomar conciencia de su propio cuerpo, eso que ahora se conoce como propiocepción.
- Masajearnos los pies. Los masajes son son muy beneficiosos . Además de mimos, ayudan a crear lazos y a fortalecer nuestra musculatura. Después del baño puedes hacernos masajes en todo el cuerpo deteniéndote un rato en nuestros pies. Debes hacer una leve presión con tus pulgares en la planta del pie, desde el talón hasta los dedos, acariciando suavemente cada dedito.
- Andar descalzo. Siempre que puedas quítanos los zapatos para que nos encontremos cómodos y siempre quítanoslos para dormir (siempre que estén calentitos, claro está)
- Sensaciones. Haznos caminar descalzos por diferentes superficies como arena, césped, alfombras… así podremos experimentar diferentes sensaciones y potenciar el sentido del tacto, al igual que hacemos con las manos o la boca.
- Juegos. Contarnos los dedos, hacernos cosquillas, colocarnos calcetines con cascabeles, hacer que toquemos tus manos al dar pataditas… hay un montón de juegos que se pueden inventar. Nos encanta el “este compró un huevito”.
¡ A disfrutar todo el mundo de los "pieses" !
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