¿Qué mejor que hacerlo con energía por la mañana?
La vida es decidir.
Llega la mañana y hay que desayunar.
Con arrojo, hay que afrontar las disyuntivas.
Hay gente Cola-cao y gente Nesquik.
El Colacao no se disuelve bien, diréis.
¿Pro o contra?
A ver, todos y todas, padres talluditos.
Va a ser una mini quien de una vez por todas os enseñe a preparar un Colacao “comme il faut” (por cierto, ¿cuántas generaciones no se han molestado en leer las instrucciones del bote?)
Todo este ceremonial y toda esta liturgia es lo que hace que el Colacao sea más apetecible, le dota de enjundia frente a un Nesquik con dispersante.
Y es que el Cola-cao es tradición, no precisa que su imagen corporativa sea renovada.
Sus negritos en silueta y el envase amarillo son imagen distintiva para discernir con ojos legañosos en la alacena el bote que ha estado siempre en casa, esperando pacientemente todas las mañanas...
Soy gente Cola-cao, definitivamente.
1 comentarios a esta entrada:
ay! aqui en los States no hay colacao y se echa de menos!
Por cierto, yo si he leido las instrucciones...lo que pasa es que a mi me gusta con grumitos
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