17 de septiembre de 2009

La flauta mágica


El contenido de la educación musical impartida en E.G.B. a muchos de los padres recientes se limitó a la interpretación (o perpetración, mejor dicho) del Himno de la Alegría con flauta dulce (que de dulce, ná de ná).

Espeluznates cacofonías que asustarían a Iker Jiménez, agudos chiflidos provenientes de instrumentos anegados de babas de alumnos y Beethoven removiéndose en su tumba solía ser el resultado de esas clases.

Espero que algo respecto a la educación musical cambie en un futuro, en mi futuro.

(Mención aparte para el cuidado con el que todos los escolares guardaban en instrumento en su correspondiente funda de fieltro, como si fueran solistas de flauta travesera en la Filarmónica de Praga)


Una reflexión al hilo de este asunto.
¿Os habéis alguna vez preguntado por los principales usuarios de flautas?
Son como siguen:
  • Colegiales: 33%
  • Concertistas profesionales: 4%
  • Personas propensas al consumo de ciertas sustancias prohibidas (1): 67%

(1) Curiosamente, éste resulta también ser un grupo mayoritario entre los usuarios de diábolos y de timbales....

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