29 de octubre de 2009

La Función Pública y el café

Dos leones huyeron del jardín zoológico.



En la huída cada uno partió con rumbo diferente.

Uno fue para la selva y el otro para el centro de la ciudad.
Los buscaron por todos lados, y nadie los encontró.

Después de un mes, y para sorpresa de todos, volvió el león que había huido a la selva. Regresó flaco, famélico y con fiebre.

Fue enjaulado de nuevo.

Pasaron ocho meses y nadie se acordó del león que había ido para el centro de la ciudad hasta que un día el león fue capturado y llevado al zoo.
Estaba gordo, sano, y desbordante de salud.

Al ponerlos juntos, el león que huyó para la selva le pregunta a su colega:

-¿cómo estuviste en la ciudad tanto tiempo, y regresas tan bien de salud?. Yo que fui a la selva, tuve que regresar porque casi no encontraba que comer.

El otro león le explicó:

Me armé de coraje y fui a esconderme a un Organismo Público. Cada día me comía a un funcionario y nadie advertía su ausencia.


-¿Y por qué regresaste?. ....¿ se acabaron los funcionarios?.

-Nada de eso. Los funcionarios públicos nunca se acaban.

Sucede que cometí un error gravísimo.
Ya me había zampado a un gerente, a un director de recursos humanos, dos jefes de sección, cinco adjuntos, tres coordinadores, diez asesores, doce jefes de negociado, quince jefes de división, cincuenta secretarias, docenas de funcionarios, y nadie los dio por desaparecidos.


Pero el día que me comí al que servía el café........

¡¡se fastidó el invento.!!

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