10 de febrero de 2010

En busca del tiempo perdido

Una madalena, con su olor, sabor y textura, es el elemento evocador de recuerdos de una infancia ya pasada para el narrador de la obra En busca del tiempo perdido, de Proust.


Es es la primera obra, Por el camino de Swann, en la que un té acompañado de esa madalena aviva el recuerdo de los viajes de su niñez a casa de la tía Leoncia.

No sé si darán para tanto como para inspirar y componer una obra literaria, pero de lo que sí estoy convencida es de que tanto el aroma como el sabor de las madalenas de Mamá serán experiencias sensoriales que asociaré a las meriendas.

Fijaos, ¡menudo aspecto tienen!.


Gracias Mamá por apoyar activamente a la Liga Anti-bollycao.
Gracias Mamá por no elegir la opción fácil.

Regalad a vuestros minis (y a vosotros también) un dulce saludable, infinitamente más sabroso, sano y barato que cualquier pastel con envoltorio de plástico, léase bollería industrial.

Uníos a la liga Anti-bollycao.
Comparto con vosotros la receta:

¡ Buen provecho !

Ingredientes para unas 30 unidades:
  • 3 huevos
  • 250 gr de azúcar
  • 50 ml de leche
  • 200 ml de aceite de oliva virgen extra
  • ralladura de un limón
  • 350 gr de harina
  • una cucharada de impulsor.


Su elaboración no es nada complicada, echamos en un recipiente los huevos y el azúcar y se baten a base de bien durante cinco minutos aproximadamente (que tampoco coja mucho aire y no quede muy esponjoso).

Luego incorporamos, mezclándolo con la leche, el aceite y la ralladura de limón.

A continuación se añade la harina tamizada (un colador os hará el papel si no tenéis tamiz) y el impulsor, mezclándo bien todos estos ingredientes.

Por último, se llenan hasta las tres cuartas partes los moldes con la mezcla con ayuda de una manga pastelera (si no tenéis manga pastelera, una bolsa de las de cierre hermético a la que cortéis una puntita os hará el papel).


Acto seguido, se hornean entre 225º y 250º C durante diez minutos aproximadamente.

Y el resultado:




P.D.
Por si acaso hay algún listo que piensa que he cometido una falta de ortografía al escribir madalena y no magdalena, decirle que esta grafía ha sido admitida en la última edición del Diccionario después de haber sido considerada un vulgarismo durante años.

Su etimología, la palabra griega magdalia, masa de pasta.

2 comentarios a esta entrada:

Ana comentó

que buena pinta tienen Susi! me apunto la receta!

Y espera Jimena que cuando volvamos organizaremos un te de princesas y hare muffins de platano y nueces! de rechupete!

Ana comentó

que buena pinta tienen Susi! me apunto la receta!

Y espera Jimena que cuando volvamos organizaremos un te de princesas y hare muffins de platano y nueces! de rechupete!

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