24 de marzo de 2010

Siempre hay una primera vez para todo

No me tengo por una de esas crías engreídas...
De esas que están encantandas de haberse conocido.



Sin embargo, hoy, por primera vez, he pronunciado mi nombre.
Y me gusta como suena.

¡Lástima que no hubiera convocado a la prensa y medios!



La vida de un mini está llena de primeras veces, todas con su emoción.

Recordad mayores, no estéis de vuelta de todo.

Aunque la primera vez quede lejana o incluso no os acordéis de ella, las cosas que vivimos hay que disfrutarlas como si fuera la primera vez que nos acontecen.

Que la rutina nunca le gane la partida a la emoción y al asombro.



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