5 de julio de 2010

Panem et Circenses

Estoy muertica...


Tengo que recuperar sueño, ya que la noche del sábado resultó ser un tanto "toledana".

Una pregunta que os planteo:

Me dió la impresión de que el Mundial de "furbol" ya tiene ganador (o eso me pareció entender por los bramidos y desgañites del vecindario que se escuchaban el sábado noche) .

¿Por qué la gente se echa a la calle cuando un desconocido de una patada mete una pelota entre tres palos a miles de kilómetros y sin embargo es capaz de quedarse en casa tan conformada con la que está cayendo?

Una muestra de asociacionismo, pero en su vertiente cateta.
Aquí la gente gusta de juntarse, pero para tomarse el vermú o para cantar oe, oe, oe.
Para lo que realmente importa, no.

Hay una locución latina que viene al pelo para la actual coyuntura:

Panem et circenses.

Como véis, nada nuevo bajo el sol, los Emperadores romanos ya hacían uso de esa política.


Estos emperadores tenían la costumbre de regalar trigo y entradas para los juegos circenses como forma de mantener al pueblo distraído de la política.

Hoy se diría:
Pan y fútbol.

La única diferencia, que hoy no regalan el pan.
Y está empezando a faltar.
Aún así, parece que la gente le gusta salir a la calle únicamente para celebrar victorias ajenas.


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