10 de agosto de 2010

Soy la presa

Argumentos que esgrimen quienes mantienen una relación distante con los mosquitos cuando una se queja de sus picaduras:

"Vaya, pues a nosotros no nos pican..."
(Pobre consuelo. a vosotros no, pero yo parezco un alfilerero).

"Pues este año parece que hay menos..."
(Habrá menos, pero los que quedan están muy motivados).

Quienes, como servidora y Papi, somos la base de la cadena alimenticia en Ejea, sentimos un desasosiego que ni el Aután aplaca...



¿Como explicarlo?.
Es el miedo del que se sabe presa del depredador.


Tendré que averiguar si los confeccionan en talla infantil...


P.D.
Pregunta al aire:
¿Hay algo que cause más desasosiego que despertarse por la noche con el zumbido de un mosquito en tu oreja?

A la mesa, la cena está servida...(snif).





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