Soy testigo este fin de semana, (no sin sorpresa), de una práctica que creía exclusiva de primates.
Eso de que uno de los miembros de una pareja se dedique a "manipular" los granitos del otro cuando se encuentran al aire libre y en público, ¿a qué se debe?.
¿Es un atavismo, vestigio de un origen simiesco?.
¿O es que mucha gente es marrana y punto?.
Por favor, ahórrenme el espectáculo.
Cuando quiera ver algo de ese pelo, ya iré al zoo.
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