La gran despechada.
Aquella a la que todos ningunean.
Quien nunca encuentra pareja.
No es la Esteban.
Es esta:
El pan de molde vive tiempos extraños...
Se comercializa sin corteza y sin las tapas de los extremos.
¿Dónde queda ese placer de mordisquear primero los bordes para disfrutar a carrillo limpio del sandwich?.
Es el signo de los tiempos, todo fácil, sin esfuerzo.
¿Donde queda la inquietud de saber si el sandwich que te toque tendrá una tapa-extremo y una tapa normal? (El peor de los casos, las dos tapas extremo).
Dadle un poco de cariño a estas tapas despechadas, por favor...
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