Disfrutando de ellos.
Nada como rosigar el choricillo.
Ese que se queda pegado a la hebra.
Pedir al charcutero que te corte las rodajas más gruesas para evitarlo es como comprar gambas y pedir que te las sirvan sin cabeza.
Ay, ese pamplonica que pone todo perdido de polvillo blanco cuando quitas la hebra a la rodaja...
Ese es el bueno, bueno.
Del bollycao líbranos Señor.
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