22 de julio de 2011

Placeres adultos

Disfrutando de ellos.


Nada como rosigar el choricillo.
Ese que se queda pegado a la hebra.

Pedir al charcutero que te corte las rodajas más gruesas para evitarlo es como comprar gambas y pedir que te las sirvan sin cabeza.

Ay, ese pamplonica que pone todo perdido de polvillo blanco cuando quitas la hebra a la rodaja...

Ese es el bueno, bueno.

Del bollycao líbranos Señor.



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