No hace tanto, los grifos en la ducha o la bañera eran asi:
Los había que preferían empezar con el agua a temperatura de geiser e iban añadiendo agua fría para templar.
Los había que preferían empezar con el agua a temperatura de ibón e iban añadiendo agua caliente para caldear.
El monomando ha acabado con la psico-motricidad y coordinación que se conseguían con el manejo minucioso y giros milimétricos acompasados de los dos grifos.
Ahora, para conseguir no helarte o escaldarte, se necesita precisión micrométrica.
Esto dice el fabricante:
Esta es la realidad:
1 comentarios a esta entrada:
recien los conozco. en mi casa todavía pongo primero la caliente y luego la fría.
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