3 de junio de 2008

El humo de segunda mano (HAT)

Los efectos nocivos de la exposición de los fetos y los niños al humo ambiental del tabaco (HAT) son mucho más graves y extensos de lo que habitualmente se piensa.

¿Qué es el humo de segunda mano?

Los fumadores pasivos están expuestos al HAT, una combinación del humo producido al quemarse el cigarrillo y el que exhala el fumador. También conocido como 'humo de segunda mano', tiene un olor fácilmente reconocible que contamina el aire, permaneciendo durante horas o incluso días en ropas, muebles y cortinas. Muchas personas encuentran ese humo ambiental de tabaco poco agradable, molesto e irritante para ojos y nariz; pero lo más importante es que constituye un grave riesgo para la salud, especialmente la de los niños.
El HAT contiene más de 400 productos químicos muchos de los cuales irritan la nariz, los senos, el oído medio y los pulmones y, al menos, 43 de estos productos pueden producir cáncer en fumadores.

¿Cuál es la frecuencia del humo ambiental de tabaco?

Más del 50 % de los menores de 5 años vive en casas donde al menos un adulto fuma. No existe un nivel de exposición al HAT que esté exenta de riesgo. Incluso una exposición breve puede ser peligrosa y resulta paradójico que, en general, los niños están más expuestos a este humo que los adultos no fumadores.
El potencial de contaminación del humo de tabaco en el domicilio es más importante que el grado de contaminación atmosférica urbana y, a pesar de ello, según algunos trabajos, hasta el 75 % de madres fumadoras fuma cerca del recién nacido y más del 50 % de estos neonatos presentan niveles significativos de cotinina en la orina.

¿Cuáles son los riesgos para los niños?

El HAT es peligroso para todo el mundo pero, debido a que sus organismos están en desarrollo, los fetos, lactantes y niños son especialmente vulnerables. Si, por ejemplo, la madre fuma durante el embarazo, . Si los recién nacidos pueden llegar a pesar de 150 a 250 gramos menos al naceres el padre quién fuma (por poner el caso, un paquete al día) el hijo de esta madre, fumadora pasiva, pesará unos 88 gramos menos al nacer.
También se registra un descenso en la producción de leche y los niveles de grasa debido al corto periodo de lactancia de la madre, lo que hace que sus hijos no ganen peso al ritmo estipulado. El riesgo de muerte súbita del lactante es tres veces mayor que en los hijos de madres no fumadoras.
Además, hay más probabilidades de tener: problemas de hiperactividad, aprendizaje o conducta cuando el niño sea mayor.
Si el niño está expuesto al HAT puede tener los siguientes problemas:

  • Mayor número de infecciones respiratorias como bronquitis o neumonía. Síntomas respiratorios como tos, secreciones, sibilantes (pitos) y dificultad respiratoria.
  • Tienen un 70 % más de infecciones de las vías respiratorias altas, sinusitis, rinitis, catarros y faringitis.
  • Si el padre fuma más de medio paquete de cigarrillos al día, los bebés tienen el doble de riesgo de hospitalización por enfermedad respiratoria.
  • Los niños asmáticos tienen más crisis y más graves.
  • Se incrementa el número y la duración de las otitis aumentando el riesgo de necesitar la inserción de tubos de drenaje transtimpánicos.
  • Puede existir un incremento del riesgo de cáncer, incluida la leucemia, en niños expuestos al humo de segunda mano. El riesgo es 100 veces más alto que el provocado por las sustancias ambientales relacionadas con el cáncer.

¿Cómo proteger a tu hijo del HAT?

La única forma de proteger a toda la familia de los peligros del HAT es a través de unos ambientes libres al 100 % de humo de segunda mano. Deja de fumar si todavía fumas. Reducir el número de cigarrillos disminuye el riesgo, pero el único nivel seguro es la nula exposición al humo de tabaco. Abrir una ventana, sentarse en una zona separada o usar ventilación o aire acondicionado o un ventilador no elimina la exposición al HAT. No permitas que se fume ni en casa ni en el coche. El colegio y la guardería de tus hijos deben estar libres de HAT. Elige restaurantes y otros establecimientos que estén libres de HAT. Enseña al niño a mantenerse lejos del humo de tabaco. Evita el HAT especialmente si estás embarazada o si tú o tu hijo tenéis problemas respiratorios. Nunca es demasiado tarde.

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