4 de junio de 2009

Madre corajuda


Esta fotografía ha sido premiada con el premio Pulitzer 2009.

Su autor, Patrick Farrell.


Hospital de Maternidad de Puerto Príncipe, Haití.


Esta mamá que acaba de parir abandona la camilla en la que ha dado a luz para dejar su sitio a otra parturienta.

Las camillas están contadas, y hay que parir deprisa.

Se incorpora casi doblada de dolor.
Una lágrima le recorre el rostro, esa es toda su anestesia.

No es llanto por la emoción ni por otra cursilería del Primer Mundo.

¿Primero en qué?


La mamá llora de dolor físico, del inmenso esfuerzo que debe hacer para incorporarse y abandonar el paritorio con el cuerpo aún maltrecho por el parto.


Dolor callado, que contrasta con la tranquilidad con que las demás parturientas esperan a dar a luz en un marco que no es precisamente de ensueño.


No hay sábanas de algodón, tan solo una pañoleta doblada que apenas alcanza a abarcar las posaderas.


Por aire acondicionado, una ventana entreabierta.


Esas madres saben de la exisitencia del dolor, saben que no hay que asustarse de que así sea.
No van a dejar de parir, de regresar a su casa con el cuerpo quebrado, de formar una familia, de ver crecer a sus hijos, de amar y de morir, aunque duela.

Deberíamos pensar un poquito más en las desigualdades de este mundo....
Queda tanto por cambiar y hay tanto que aprender de madres coraje como la de esta foto...



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