11 de junio de 2008

Una pareja musulmana prohíbe a médicos hombres asistir el parto de su hijo

En algunas ocasiones de situaciones en las que la salud de los bebés se ve comprometida por las creencias religiosas de los padres.

Dos casos muy recordados:
Uno, el de unos Testigos de Jehová que se negaban a que se les realizaran transfusiones de sangre a sus bebés para sobrevivir, y otro el de una pareja miembros de la iglesia de la cienciología que prohibían que se le hicieran pruebas neonatales rutinarias a su bebé para detectar enfermedades graves.

Los papás han leído en El Heraldo acerca de un nuevo caso en el que las creencias religiosas de los padres se enfrentan con la vida es la de una pareja musulmana que ha rechazado la presencia de médicos hombres para que atendieran el nacimiento de su bebé.

Su empecinamiento le ha costado la salud de su hijo, nacido en Francia hace 10 años con un 100% de incapacidad debido a complicaciones neurológicas ocurridas durante el parto.

La pareja ha reclamado una indemnización al hospital pero la demanda ha sido rechazada porque según el juez la responsabilidad ha sido del padre por impidir hacer los exámenes que “habrían permitido prevenir las grandes complicaciones neurológicas de que fue víctima el bebé Mohamed”.

Es una muestra más de hasta qué punto las creencias religiosas de los padres, sean las que sean, pueden perjudicar la salud de los hijos.

Es un tema muy espinoso, pero sin ánimo de ofender a nadie y con el mayor de los respetos hacia todas las religiones me pregunto, ¿está la religión por delante de la vida de nosotros los hijos?

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